En la naturaleza se puede observar a mayor o menor grado la capacidad regenerativa. Pero hayun anfibio que llama bastante la atención y es objeto de mucho estudio por su capacidad de regenar uno de sus miembros, por ejemplo, su pata, pero es capaz de hacerlo no una sola vez, sino varias veces.
Hablamos de la salamandra. Cuando una de estas salamandras pierde, por ejemplo, una pata, se forma sobre el muñón una pequeña protuberancia, llamada blastema. El blastema sólo tarda 3 semanas en transformarse en una nueva pata completamente funcional, un periodo bastante corto si tenemos en cuenta que el animal puede vivir 12 años o más. En un ser humano, eso equivaldría a regenerar una extremidad en no más de 5 meses.
Veamos este procedimiento más detalladamente:
Cuando se amputa a una salamandra una de sus patas, los vasos sanguíneos del muñón se contraen pronto: se reduce la hemorragia y una capa de células dérmicas recubre rápidamente la superficie. Durante los días siguientes a la lesión, esa epidermis se transforma en una capa de células emisoras de señales indispensables para el éxito de la regeneración.
La salamandras lo hacen sin cicatrices
Además de regenerarse, las salamandras lo hacen sin que les queden secuelas tales como cicatrices. Reconstruir tejidos sin dejar cicatriz alguna es algo que también resultaría muy beneficioso para el Ser Humano, ya que el tejido cicatricial en ciertas partes de la anatomía humana puede impedir la correcta recuperación de la funcionalidad de las mismas, más allá de las cuestiones estéticas de lucir cicatrices en lugares visibles.
¿Verdad que es impresionante la naturaleza? ¡Bastante compleja!
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